DROGAS Y MEDICAMENTOS
Guía práctica para conocer los riesgos y daños de la mezcla de sustancias psicoactivas con medicamentos.
Jonathan Steven Tapias Sarabia – Químico farmacéutico
Daniel Rojas Estupiñán – Psicólogo
Échele Cabeza cuando se dé en la cabeza
El siguiente articulo le mostrará los riesgos y los daños que pueden causar las Interacciones de medicamentos con psicoestimulantes como por ejemplo: metanfetamina, MDMA y cocaína
Antidepresivos:Todos los psicoestimulantes, especialmente MDMA, tienen el potencial de interactuar negativamente con los antidepresivos basados en fármacos serotoninérgicos (citalopram, escitalopram, fluoxetina, fluvoxamina, paroxetina, Sertralina, entre otros) generando alteraciones mentales, hiperactividad autonómica y trastornos neuromusculares.
Las alteraciones mentales pueden estar acompañadas por intranquilidad, agitación, confusión, desorientación, episodios de ansiedad o “panic attacks”. En cuanto a la hiperactividad autonómica, destacan síntomas como fiebre, frecuencia cardíaca elevada, diarrea, vómitos, sudoración y dilatación pupilar. Por el lado de los trastornos neuromusculares, pueden presentarse temblores, movimientos musculares involuntarios, rigidez, reflejos aumentados y ausencia de coordinación motora.
También, es posible encontrar interacciones de psicoestimulantes con medicamentos asociados al uso de antidepresivos, como algunos analgésicos (tramadol), agentes para la migraña (triptanes como sumatriptan, almotriptan y zolmitriptan) y algunos coadyuvantes para el tratamiento de la depresión (como preparados fitoterapéuticos de Hierba de San Juan).
Antipsicóticos:Todos los antipsicóticos antagonizan los efectos de la dopamina, lo que hace que su uso en simultáneo, reduzca la eficacia de dichos agentes (levomepromazina, haloperidol, clozapina, olanzapina, risperidona, entre otros). El resultado clínico real variará con las dosis de estos, sin embargo, se puede esperar un efecto más pronunciado con metanfetamina, esto debido a su potencia.
Las altas dosis de anfetaminas y otros psicoestimulantes pueden producir una psicosis inducida por fármacos o síntomas psicóticos.
Algunos estudios sugieren que los usuarios de cocaína experimentan con mayor frecuencia contracciones musculares involuntarias inducidas por antipsicóticos, en comparación con aquellos que no la consumen.
Existen reportes que mencionan que el consumir cocaína y clozapina (antiesquizofrénico), aumenta las concentraciones de cocaína en sangre, pero reduce los efectos psicoactivos y depresores (aumento de la tensión arterial).
Antihipertensivos: Todos los psicoestimulantes pueden aumentar la presión arterial, contrarrestando el efecto terapéutico de los antihipertensivos en general (enalapril, valsartan, diltiazem, metoprolol, verapamilo, entre otros).
Si se utilizan psicoestimulantes durante el tratamiento de la hipertensión, es mucho más difícil garantizar un control adecuado de los valores de presión sanguínea en el tiempo.
En un caso más particular, el uso de propranolol en combinación con cocaína, induce una mayor vasoconstricción coronaria en comparación con la cocaína sola, lo que puede aumentar los riesgos de accidentes cerebrovasculares y enfermedad coronaria.
Alcalinizadores urinarios: Son empleados normalmente para la eliminación de cálculos de ácido úrico y cistina, en enfermedades como litiasis, favoreciendo la depuración de estos por orina (citrato de potasio).
Sin embargo, la orina alcalina aumenta las cantidades de anfetamina no ionizada, lo que permite una mayor reabsorción de esta al momento de ser eliminada, aumentando así el tiempo medio de duración en sangre de 7-12 horas a 18-34 horas para metanfetamina; o de 7 a 16-31 horas para MDMA.
Si bien algunos usuarios de este tipo de sustancias lo encuentran beneficioso, hay que considerar el aumento de la probabilidad de eventos toxicológicos relacionados con paranoia anfetamínica, por lo que no es recomendado.
Antiepilépticos: Metanfetamina, el MDMA y la cocaína pueden causar convulsiones al disminuir el umbral convulsivo, por lo que deben evitarse al máximo, a pesar de consumir antiepilépticos (clonazepam, pregabalina, diazepam, carbamazepina, entre otros).
El uso simultáneo de cocaína y carbamazepina puede aumentar significativamente la presión arterial y la frecuencia cardiaca, lo que puede generar daños cardiovasculares importantes, más con la preexistencia de epilepsia (convulsiva o de crisis de ausencia).
Antiretrovirales (tipo inhibidores de protejas): Sonmedicamentos empleados para el tratamiento del Síndrome de Inmunodeficiencia Humana Adquirida (SIDA).
Los reportes de caso, describen a una persona que consumía ritonaviry otra terapia antirretroviral, y murió después de usar metanfetamina y nitrito de amilo (más conocido como popper). Aunque no está claro si la combinación de medicamentos o tan solo metanfetamina indujo la muerte, se sugiere que el ritonavir pudo haber inhibido el metabolismo de metanfetamina, aumentando el riesgo de toxicidad de esta.
Se cuentan con varios casos en los que el uso simultáneo de MDMA y ritonavirprodujo interacciones graves, a veces fatales. En uno de ellos, se encontró en sangre concentraciones de MDMA 10 veces superiores a lo esperado, dada la dosis ingerida.
Otros medicamentos para el tratamiento del SIDA o el control del VIH (zidovudina, efavirenz, lamivudinay sus mezclas) pueden aumentar la toxicidad de anfetaminas, metanfetaminas y MDMA, debido a su metabolismo hepático.
Medicamentos hepatotóxicos: Todo medicamento que requiera un seguimiento de los niveles de enzimas hepáticas por su posible impacto en la actividad del hígado, puede aumentar su toxicidad al consumirlo concomitantemente con MDMA, la cual presenta algunos indicios de ser hepatotóxica, tal como el metrotexato (antimetabolito empleado en enfermedades autoinmunes y algunos tipos de cáncer).
El riesgo de hepatotoxicidad de otros psicoestimulantes no ha sido determinado.
Antibióticos: Referente a la interacción entre antibióticos y SPA generales (estimulantes, depresores, mixtos), pueden llegar a causar intoxicaciones severas para la persona que los consuma (lo cual depende del tipo de SPA, tipo de antibiótico y dosis de cada uno) generando desde efectos indeseados o adversos a nivel autonómico, hasta serios cuadros de salud. Se debe tener en cuenta distintos factores de los antibióticos, como su funcionamiento en asociación con el sistema inmune, que al ser mezclado con un consumo de alcohol u otras sustancias pueden anular el efecto del medicamento y dejar expuesto y vulnerable a distintos virus o infecciones a la persona que los consuma, además del alto componente metabólico que el hígado ejerce, lo que a altas dosis puede generar complicaciones hepáticas.
Agentes hormonales (sexuales y no sexuales): En cuanto a hormonas no sexuales como levotiroxina, no se han encontrado reportes que demuestren interacción alguna entre estos agentes psicoestimulantes. Sin embargo, los síntomas que pueden suscitarse en reacciones adversas o sobredosificación de este medicamento (taquicardia, temblor, ansiedad, agitación e hipercinesia), pueden verse aumentadas por los episodios toxicológicos de cocaína, anfetamina y metanfetamina, razón por la cual no se recomienda consumirlos concomitantemente hasta tener definida la respuesta fisiológica ante la Levotiroxina.
Por el contrario, al considerar algunos anticonceptivos (orales, inyectables o implantables) puede haber una caída importante de la eficacia con el uso concomitante de modafinilo. Sin embargo, respecto al consumo de MDMA, anfetamina y cocaína, no existe una evidencia clínica que demuestre la pérdida de actividad de los agentes contraceptivos. En cuanto se refiere al uso de métodos de emergencias, hay que decir que es preferible eliminar por completo el consumo de cualquier sustancia psicoestimulante durante un periodo de mínimo tres días después del uso de este método, debido a que el metabolismo a nivel hormonal puede sufrir alteraciones considerables y dichas sustancias pueden acelerar o contrarrestar algunas respuestas no deseadas.
Medicamentos para tratamiento de acné: Dentro de los principales tratamientos para el acné, medicamentos como el “roaccutan”o laIsotretinoínatienen un alto impacto sobre el metabolismo hepático, siendo formulado en personas sin ninguna condición asociada que pueda poner en riesgo la integridad de la persona. Dentro de los principales riesgos encontrados en la interacción con estimulantes como el MDMA es el grado de hepatotoxicidad que puede generar en el individuo, causando serios cuadros de salud que pueden llegar a comprometer la vida de la persona (dependiendo la dosis de cada sustancia administrada), sin embargo, aunque sea en dosis bajas se recomienda no consumir ninguna clase de sustancia que pueda generar un alto grado de metabolismo hepático mientras se está dentro en tratamiento con este medicamento. Adicionalmente, en algunos casos el roaccutanpuede llegar a desencadenar episodios psicóticos (dependiendo la predisposición biopsicosocial de cada persona) que asociado a un consumo de MDMA, cocaína o metanfetamina que tienen la capacidad de aumentar la liberación de monoaminas (entre ellas la dopamina), incrementan la probabilidad de experimentar dichos efectos adversos.
Benzodiacepinas: El uso de ansiolíticos como el midazolam, Lorazepam, alprazolam, clonazepam, entre otros, simultaneo al uso de psicoestimulantes como el MDMA, cocaína o metanfetamina, tienen una propiedad antagónica (opuesta) frente a su mecanismo de acción, y por ende dentro de sus efectos característicos (depresor y estimulante). Por lo que su uso en dosis altas (de ambas sustancias) puede generar riesgos cardio y cerebrovasculares para la persona, debido al cambio súbito (que también dependerá de la vía de administración) pueden tener; Se recomienda que dicho uso siempre sea monitoreado por un profesional de la salud o experto del tema, debido al amplio espectro de respuestas físicas o psicológicas que puede tener la persona. Sin embargo, en dosis más bajas, el efecto de una u otra sustancia tienden a sobreponerse.