2CB adulterado y falso
Opinión: Vulcano para Échele Cabeza
La prensa y la policía promueven el consumo, desinforman a las personas usuarias de sustancias psicoactivas y ponen en riesgo su salud.
Debido a los coletazos de esta noticia, las calles empezaron a verse cada más inundadas de bolsitas con polvos de colores bajo el nombre de 2CB. Como se dio a conocer en la Alerta informativa en Drogas N° 1 de febrero de 2012, en dos muestras analizadas de 2C-B por separado en marzo y diciembre de 2012 respectivamente, se encontró en “ketamina, metilsalicilato y un diluyente que no hemos identificado, nada de 2C-B”. Respecto a la segunda, “anfetamina, MDMA y una cantidad menor al 30% de 2CB”. En otro análisis de 2C-B realizado en la fiesta de cierre del Bogotrax ese mismo año quedó demostrado que ninguna de las dos muestras suministradas contenía dicha sustancia.
Como bien lo dijo el dealer entrevistado para el periódico El Tiempo “La gente está comprando ahora mucho el 2CB por la novedad y porque los medios hasta ahora la están mencionando todo el tiempo. Antes era más exclusiva, aunque, para mí, mejor, porque se vende más”. No es difícil inferir cómo entonces, gracias a un artículo de la revista Semana que ubicó la sustancia entre un consumo de élite, la gente empezó a demandarla y dealers principiaron a distribuir algo que no lo era, aprovechando el boom mediático, la ignorancia de la policía y las personas usuarias.
Encima de todo, para cerrar semejante capítulo de difusión, publicidad y promoción del consumo de 2CB orquestado desde la revista Semana, en enero de este año indicaron cómo era una sustancia de “modelos, reinas, actores, políticos y miembros de una parte de la denominada alta sociedad bogotana”, algo que apoyado en el complejo de la clase media arribista, difundía aún más el consumo entre la población más jóven, ávida de conocer las experiencias de los sectores más ricos y poderosos, de sus estrellas de televisión, de sus referentes artísticos, de esas personas que representan lo que ella quiere ser algún día, una “wannabe middle class”.
El día de hoy 17 de marzo el periódico El Espectador, caracterizado por un manejo responsable de la información en drogas durante el reciente periodo, publica ligeramente el artículo “Cae cargamento de 3.380 dosis de droga sintética en Cali”, reportaje que empieza por tratar al 2CB como un “alucinógeno” cuando sus propiedades en dosis altas son psicodélicas, luego continúa haciendo eco de las declaraciones erradas de la policía cuando indica que las muestras analizadas dieron “positivo para anfetaminas, en este caso 2CB”, siendo que el 2CB es una feniletilamina (derivado anfetamínico) pero con efectos, riesgos y consecuencias muy distintas entre ambos sintéticos.
El artículo no cita ninguna fuente para indicar que el 2CB es un compuesto de “herbicidas, analgésicos, laxantes, antihistamínicos, cafeína, viagra e incluso anestésicos de uso veterinario” y remata cuando indica que “intensificando los sentidos, generando desinhibición y empatía con el entorno y alentando el deseo de moverse y bailar (alto grado estado de excitación), es por eso que comúnmente es utilizada en fiestas, bares y discotecas”, dejando en el ambiente sus efectos placenteros e impulsando el consumo. Para terminar confunde la sigla de la Dietilamida de ácido Lisérgico (LSD) con las pantallas de los televisores y computadores (LCD) ¡Nunca se ponga un LCD debajo de la lengua, eso sí debe ser dañino!
En conclusión, queda demostrado una vez más que la desinformación de la prensa, el afán del sensacionalismo y la falta de formación de la fuerza pública terminan por promover el consumo, empujando a personas usuarias de estrategias de prevención inútiles a caer en riesgos innecesarios, por confiarse de la idoneidad de estas dos instituciones para suministrar información pertinente a sus inquietudes, algo que por supuesto no han de obtener.
Me surge pues una pregunta, ¿la revista Semana o acaso miembros de su equipo de periodistas tendrán parte en el negocio? No entiendo cómo Carlos Eduardo Huertas, reconocido editor de esta publicación y jurado en el seminario para periodistas de la IV Conferencia Latinoamericana sobre Políticas de Drogas realizada en diciembre de 2012 en Bogotá, deja pasar o permite la difusión de este tipo de información.
Existen muchos manuales internacionales para el manejo del tema de drogas en los medios de comunicación, ya es hora que los ministerios de Salud y Protección Social, así como de Justicia y del Derecho promuevan uno.
Con estos enemigos de las drogas y el narcotráfico, para qué amigos, aunque ¡con esta publicidad, para qué más!
Se hace evidente la promoción del consumo por parte de los medios otra vez.
Por lo tanto, si quiere conocer más sobre 2CB, mejor consulte gente experta.