Daniela Rocha Jurado
Psicóloga, Magister en psicología forense – Voluntaria Échele Cabeza

 

La ketamina es una sustancia psicotrópica que ha sido usada de forma terapéutica y recreativa. En 1962, fue sintetizada por Calvin Stevens, como anestésico de corta actuación en un laboratorio farmacéutico. Luego de varias investigaciones, Stevens por fin había encontrado una sustancia que tuviera propiedades catalépticas (pérdida de movilidad), analgésicas (incapacidad de sentir dolor) y anestésicas (pérdida de sensibilidad y conciencia). Pero además de todas estas propiedades, Corssen y Domino encontraron también que la Ketamina tenía propiedades disociativas, luego de realizar experimentaciones en prisioneros de la cárcel de Jackson, que les decían que, cuando los habían expuesto a la sustancia, se sentían “desconectados de la realidad y flotando por fuera de si mismos”.

La ketamina fue patentada por el laboratorio Park-Davis en 1966, para uso animal y humano, y aprobada por la United States Food and Drug Administration (FDA) para uso humano en 1970. Fue usada en soldados estadounidenses durante la guerra de Vietnam como analgésico y sedante, pero más tarde, se evidenció un uso abusivo de la sustancia entre los soldados. Al mismo tiempo, en Estados Unidos se comenzó a usar en fiestas y en búsqueda de experiencias psicodélicas, y luego se expandió su uso recreativo en todo el mundo. Desde ese entonces, se ha consumido por vía oral, intramuscular, intravenosa y nasal, en contextos de fiesta y en contextos de experiencias psicodélicas.  Para 1990, la sustancia fue considerada de uso indebido y de abuso, y la FDA restringió su uso en humanos.

Pero entre las restricciones y su uso anestésico, la ketamina estaba vislumbrando una nueva utilidad como medicamento terapéutico. Se ha descubierto que la ketamina puede ser usada de manera terapéutica para el tratamiento del dolor en cuidados paliativos, para disminuir el uso problemático del alcohol y heroína, para trastornos depresivos, de estrés postraumático y cuadros de ansiedad.  De hecho, un derivado de la ketamina, la esketamina, ha sido aprobada por la FDA como antidepresivo. En estudios experimentales se ha encontrado que la ketamina tiene un efecto estadísticamente significativo sobre los comportamientos depresivos, mantenido a largo plazo. Además, su efectividad es mucho más rápida que la de otros antidepresivos, pues mientras la ketamina actúa luego de 4 horas de su aplicación, otros tratamientos farmacológicos demoran semanas en presentar efectividad.

Con el uso medicinal de la esketamina y el uso recreativo de la ketamina, es evidente que las sustancias psicotrópicas pueden tener efectos terapéuticos, recreativos y de riesgo. La investigación en ketamina abrió la puerta al uso terapéutico de sustancias psicoactivas, y ha permitido ver con una mirada no prohibicionista las sustancias que actualmente se usan de forma recreativa. Se recomienda avanzar en la regulación y la investigación de esta y otras sustancias psicoactivas, para que la sociedad se pueda beneficiar cada vez más de su uso terapéutico, pueda conocer los riesgos y daños de las sustancias que consumen, y se puedan disminuir estos riesgos cuando las drogas sean usadas de forma recreativa.

Referencias

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