Las claves del autocuidado para el regreso a la fiesta

La pandemia ha sido uno de los eventos en la historia de estas últimas generaciones que ha logrado mostrar los diferentes limites no solo en materia de salud física sino también de salud mental, los desagradables pero a veces necesarios confinamientos que sobre todo en principio la sociedad tuvo que experimentar, dejaron en claro la importancia y funcionalidad que los eventos sociales, recreativos (de todo aspecto) y la fiestaen particular, tienen en la estabilidad y bienestar cognitivo/emocional de cada una de las personas. Sin embargo, esta no ha sido la primera pandemia o epidemia a la que se ha enfrentado la especie humana y ya sea durante o posterior a la finalización de estas, las personas con expresiones artísticas tales como el baile y celebración han manifestado, representado y celebrado el paso o superación del suceso, como es el caso de “La danza de la muerte” durante y “la fiesta del Redentore” en Venecia al finalizar la peste negra.

El deseo de celebrar ya sea el fin de la pandemia y/o el haber sobrevivido a ella es algo natural debido al esfuerzo que para muchos ha representado el tener que asumir ciertas dinámicas que han favorecido el surgimiento o exacerbación de cuadros mentales o afectivos que impactan en menor o mayor medida (dependiendo los recursos personales y el contexto de cada persona) en la calidad de vida. Adicionalmente y de acuerdo con el panorama actual, el progreso en la vacunación, la reapertura del comercio que incluye el ocio nocturno y con ello el uso de sustancias legales e ilegales de una manera como ya se conoce, es cuestión de tiempo, lo que establece la necesidad imperativa por parte de los usuarios de sustancias para tomar medidas de autocuidado y reducción de riesgos, además por parte de los servicios de salud, organizaciones civiles, entre otras, para afrontar de forma acorde y responsable aquellos riesgos e impactos a los que se enfrentan los usuarios en la vida nocturna.

Si bien, las fiestas no cambiaran en esencia, existen diferentes factores que sumado a lo experimentado en el último año y contexto que ahora se encuentra, puede establecer mayores riesgos para la salud y bienestar de las personas que planean regresar al ocio nocturno, dentro de estos factores encontramos: La ansiedad (ya sea por el regreso a las fiestas o el consumo en general), la euforia, tolerancia, contención, restablecimiento de la sensibilidad y las sustancias que se encuentran actualmente en el mercado no regulado, las cuales presentan cambios en características relevantes para aquellos que toman la decisión de utilizarlas.

Dependiendo la perspectiva y campo, la ansiedad, puede tener varias definiciones e interpretaciones, en el aspecto clínico se ubica como uno de los principales cuadros de atención profesional que se presentan en la población general, sin embargo, la ansiedad en la vida cotidiana está constantemente presente (de una manera más temporal y con ausencia de cronicidad) y puede entenderse como aquella aprehensión o preocupación que tenemos ante diferentes responsabilidades o actividades que se quiere desarrollar ya sea por deber o por placer, generando diferentes  respuestas en los pensamientos, emociones y comportamientos; estas respuestas generalmente pueden mantenerse hasta que la fuente de está sea abordada o solucionada.

Posterior a un tiempo prolongado con restricciones en las aglomeraciones y festejos es comprensible que se esté presentando sobre todo en los jóvenes y adultos jóvenes una ansiedad por las fiestas que se aproximan, pero ¿Cómo saber si está presentando ansiedad? Y ¿específicamente por el regreso a eventos o al consumo de sustancias? La ansiedad se puede caracterizar por:

• Aprehensión sobre alguna situación o estimulo que sucede o puede suceder
• Rumiación cognitiva o sobre-pensamiento hacia la situación o estimulo
• Pensamiento anticipatorio / sobre-planeación hacia la situación o estimulo
• Inquietud
• Respuesta fisiológica de tensión muscular, aumento de tasa cardiorrespiratoria sea por el estimulo o incluso por pensar en el estímulo
• Aumento de temperatura
• Sudoración
• Deseo intenso (en el caso de las sustancias principalmente)
• Sensación de malestar físico o emocional (subjetivo)

Teniendo en cuenta lo anterior, si se entiende el estímulo como las sustancias o la situación como el deseo del regreso a los eventos se puede hallar la correlación, cabe aclarar que en el caso de las sustancias es posible que estas respuestas se evidencien mas intensas o marcadas que la ansiedad por regresar a los eventos, debido a que las sustancias tienen un componente biológico más directo, sin embargo, la presencia de esto no implica que se presente diariamente o días antes ya sea de consumir sustancias o regresar a los eventos, estas respuestas pueden presentarse generalmente momentos antes de.

Lo anterior, sumado a una latente, progresiva y probable euforia de la persona, puede incidir directamente sobre la percepción del riesgo disminuyendo la probabilidad de planear o actuar de una forma más regulada y responsable para sí mismo, pero ¿cómo se caracteriza la euforia? Palacio, C. & Toro, A. (2018) la describen como:

• Alegría o sensación de bienestar por encima de la intensidad normal
• Exaltación del tono afectivo (alta intensidad del estado emocional)
• Felicidad desbordante
• Pensamiento optimista (por encima de lo habitual)
• Satisfacción intensificada

Nota: Generalmente la euforia se da ante situaciones de gran expectativa y placer o bajo el efecto de las sustancias

Otro factor significativo para tener en cuenta y que se relaciona tanto con la ansiedad como con la euforia, es la sensación de contención, en las personas las cuales presentan grandes expectativas por salir de nuevo a la vida nocturna. La interacción de estos factores puede llevar a una construcción de la percepción del riesgo muy baja y con ello a la predisposición o alta probabilidad de generar prácticas y patrones de consumo más riesgosos para los usuarios. Frente a lo mencionado y ante organismos que se han mantenido durante la pandemia distanciados de los eventos y el consumo de sustancias legales e ilegales es importante tener en cuenta que aspectos como la tolerancia han disminuido y por ende la sensibilidad psicobiológica aumenta, debido a que la abstención durante un periodo de tiempo sin consumir, lleva a que el cuerpo reestablezca o modifique factores internos, lo anterior se traduce en que la dosificación o cantidad que antes se consumía actualmente pueden generar reacciones adversas o incluso (dependiendo la sustancia y la persona) intoxicaciones y consecuencias graves.

Con el objetivo de reducir riesgos y daños, existen diferentes practicas o recomendaciones para hacer incluso días u horas antes del evento o consumo, ¿Qué se puede hacer para gestionar la ansiedad y euforia para evitar probables comportamientos de riesgo?, se sugiere:

• Realice mayor actividad física – el yoga en algunas personas les funciona adecuadamente
• Realizar otras actividades de interés ya sea en cultura, arte, etc. (depende el interés)
• Realizar actividades que impliquen la focalización de la atención totalmente
• Realizar ejercicios de tensión y distensión muscular
• Evitar chequear constantemente información relacionada
• Realizar otras actividades de socialización
• Realizar ejercicios de respiración y consciencia plena (existen un sinnúmero de fuentes para conocer)-principalmente en momentos de mayor intensidad de la ansiedad o euforia
• Tener contacto con quien expresar y compartir dicha euforia

Por otro lado, directamente o durante el evento o consumo existen variables necesarias para tener en cuenta. La dosificación es un aspecto clave para toda persona que decide consumir sustancias psicoactivas, sin embargo, no es el único factor que influye en el bienestar físico o mental del individuo; la mezcla, adulteraciones o suplantaciones, intensidad y rapidez de administración, lugares amplios o pequeños, abiertos o cerrados, conductas de interacción consigo mismo, con otros y con el ambiente por parte del usuario, establecen un sin número de variables a tener en cuenta para abordar e intervenir con el objetivo de disminuir eventos desagradables, accidentes o tragedias en el inminente regreso a las fiestas. Por eso desde la reducción de riesgos y daños se recomienda:

• Evitar iniciar con las dosificaciones que realizaban antes de la pandemia o en el último consumo
• Iniciar con dosificaciones bajas: en el caso de los comprimidos de MDMA iniciar con ¼, con los secantes de LSD no sobrepasar el ½, con la cocaína evitar líneas muy amplias
• Evitar redosificarse sin dejar pasar al menos 1 hora u 1 hora ½ (principalmente con el MDMA/otros estimulantes de alta potencia y LSD)
• Evitar la administración rápida y repetida, principalmente en el caso del alcohol y cocaína
• Tener presente que la vía de administración menos riesgosa es la oral
• Evitar la mezcla de sustancias
• Evitar compartir parafernalia, principalmente para el cannabis, alcohol y cocaína
• Evitar estar en espacios o lugares reducidos y con poca ventilación
• Se recomienda espacios abiertos y con posibilidad de distanciamiento con personas desconocidas
• Evitar quitarse el tapabocas o realizarlo en espacios donde mantenga la distancia con desconocidos
• Procure mantenerse acompañado y comunicar a las personas con las que se encuentra cualquier efecto no deseado o extraños (no acostumbrados o coherente con la sustancia) que sienta al momento de consumir la sustancia
• Manténgase hidratado y procure tener espacios de descanso en lugares abiertos
• Evite adquirir sustancias dentro de los eventos o con personas desconocidas
• En el caso de los polvos se recomienda dosificar en bombetas (de acuerdo con la característica de la sustancia, ej. tusi, 2-CB o “nexus”, MDMA en cristales)
• De tener posibilidad ANALIZE SU SUSTANCIA

Es importante que con la reapertura económica y del ocio nocturno, los usuarios de sustancias se encuentren bien informados desde datos basados en la evidencia o por expertos y profesionales que puedan brindar pautas para la reducción de los riesgos y daños. Se espera que la administración actual, promotores y productores de fiestas en el sector privado puedan contar con servicios de orientación al consumo de SPA, servicio de análisis de sustancias con el objetivo de disminuir o prevenir posibles casos de intoxicación y hospitalizaciones por parte de los asistentes, así como un adecuado equipo de respuesta hacia posibles eventos adversos en los lugares o eventos.