MESCALINA
¿QUÉ ES?
La Mescalina (trimetoxifenetilamina) es una sustancia psicoactiva que se encuentra naturalmente en dos tipos de cactus, el Peyote (Lophophora williamsii) y el San Pedro (Trichocereus pachanoi). Desde hace miles de años estos cactus han sido utilizados tradicionalmente por diferentes pueblos indígenas del continente americano, siendo muy importante en la ritualidad, espiritualidad y cosmogonía de estos pueblos. En la actualidad además de su uso ancestral, es consumida en la cultura occidental ya sea en forma de preparaciones crudas con alguno de los cactus, o purificada mediante extracción o síntesis.
La Mescalina pertenece a la familia de las fenetilaminas, y por tanto se relaciona estructuralmente a los compuestos como el MDMA, el 2CB, entre otros. Su estructura es similar a la dopamina, aunque como otros psicodélicos actúa principalmente en los receptores de la serotonina.
EFECTOS
La mescalina tiene efectos de tipo psicodélicos o visionarios. Por vía ingerida tarda entre 1.5 horas en subir, con una duración que oscila entre 10 y 16 horas.
De la misma manera que los demás psicodélicos, la mescalina presenta una amplia diversidad de efectos y distorsiones tanto físicamente como de los procesos mentales:
- Alteraciones de tipo visual y/o sonoro
- Alteración de la percepción y la comprensión del espacio-tiempo.
- Alteración de las sensaciones en la piel.
- Estados de concentración e introspección profundos.
- Euforia, alegría o incluso ansiedad.
Los efectos varían según la dosificación por lo cual se recomienda comenzar con pequeñas dosis para evitar alteraciones dramáticas.
Efectos no deseados:
- Puede presentar náuseas acompañadas por vómito y el denominado “mal viaje” (ojo, estos efectos no necesariamente se experimentan juntos, puede que haya nauseas pero no “mal viaje”).
- No se recomienda consumir si se está pasando por alguna depresión o mala racha.
- Al igual que con otros psicodélicos la mejor recomendación para evitar caer en el “mal viaje” es intentar reconocer el momento o los pensamientos que causan incomodidad para así poder evitarlos y no darles trascendencia.
- Buscar pensamientos o experiencias que generen placer y/o tranquilidad.
- Siempre recordar que se ha consumido una sustancia psicoactiva y que los efectos no deseados desaparecerán en cualquier momento.
DOSIFICACIÓN Y CONSUMO
La forma de consumo ideal es por vía oral, ya sea en polvo, cristal o cactus (es posible hacer un té con el cactus). Se recomienda tener el estómago vacío para evitar las náuseas y optimizar su digestión.). Dependiendo de los efectos deseados y del nivel de tolerancia de la persona son necesarios entre 200 – 600 mg de mescalina pura (en cristales).
En el caso de los cactus, debido a la dificultad de medir la concentración de cada ejemplar, es difícil medir una dosis.
En polvo o cristales, se suele tomar de una a tres cucharadas soperas, dependiendo de la intensidad deseada y bajar cada cucharada con agua. En el caso de los cactus se debe masticar bastante antes de tragar.
RIESGOS Y DAÑOS
El mayor riesgo asociado al uso de la mescalina y en general de las sustancias psicodélicas, tiene que ver con las predisposiciones genéticas o psicológicas a los desórdenes mentales tales como la esquizofrenia o la psicosis. Se recomienda indagar en el historial familiar si ha existido algún caso similar y evitar la experiencia, ya que de ser así esto se convierte en una condición de susceptibilidad a desencadenar alguno de estos transtornos.
A excepción de esto, la mescalina es una sustancia muy segura si se controla el entorno de consumo, lo que se denomina como set and setting para evitar un “mal viaje”.
RECOMENDACIONES
Sus usos tradicionales están restringidos a un contexto ceremonial debido a la naturaleza y profundidad de sus efectos, por esto es importante:
- Consumirla con respeto.
- Disponer de un entorno agradable, un momento adecuado y un lugar tranquilo.
- Contar con una compañía acertada, para que la experiencia puede resultar sumamente trascendental y enriquecedora.
- No mezclar con otras sustancias.
- Disponerse a tener una experiencia de tipo trascendental y espiritual.
- No es una sustancia recomendable para irse de fiesta, consumir en la calle o en un espacio de socialización.