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Micro-dosificación, reducción de riesgos y daños en consumo de LSD y Psilocibina.

Micro-dosificación, reducción de riesgos y daños en consumo de LSD y Psilocibina.

“La más importante de estas sustancias alucinógenas que se ha hecho famosa con el LSD. Algunos alucinógenos ingresaron, como sustancias activas de interés científico, a la investigación médica, la biología y la psiquiatría, y alcanzaron también una amplia difusión en la escena de las drogas, sobre todo el LSD”.

Albert Hoffman 1979 in: LSD – Mein Sorgenkind Ernst Klett, Stuttgart.

Por: Daniel Rojas Estupiñan

Psicólogo – Voluntario Échele cabeza

Dentro de la siguiente guía de micro dosificación se busca brindar al lector y psico-nauta interesado una información basada en la evidencia acerca de dicho uso, que implica toda una serie de practicas de consumo en el LSD y psilocibina; pasando por una historia y nociones básicas, sus efectos tanto deseados como indeseados, estudios y método de micro dosificación, hasta cerrar con las principales recomendaciones para reducir sus riesgos y daños asociados. Sin embargo, es necesario iniciar recalcando algo imperativo, si bien dentro del texto se analizan diferentes reportes y datos por parte de los usuarios en su manera de realizar esta practica, la micro dosificación es todo un proceso que requiere una metodología en los tiempos, espacios, precisión de cantidad y procedencia de la sustancia. No ese solo comer pequeños papelitos todos los días en la mañana. Se necesita además de una educación, asesoría y sobre todo RESPONSABILIDAD Y CONSCIENCA DE AUTOCUIDADO.

Historia y Nociones básicas del LSD.

Las nociones sobre las sustancias psicoactivas en las diferentes poblaciones de uso y estudio han tenido diferentes clasificaciones dependiendo sus características o funcionalidades, sin embargo, en cuanto a su clasificación, la categorización por efectos es la más sencilla y predominante a la hora de referenciar o simplemente hablar, en ella encontramos las sustancias de tipo: Estimulantes, depresoras y psicodélicas. Si bien, muchas sustancias pueden tener efectos o características de dos de estas categorías, las sustancias se clasifican por la predominancia de sus efectos (Ej: La ketamina es un depresor del SNC y anestésico de tipo veterinario generalmente, sin embargo, en dosis elevadas en humanos logra producir efectos de tipo psicodélicos-disociativos como lo es experiencias de “K-Hole”), A grandes rasgos, los psicodélicos se comprenden como aquellas sustancias que tienen la capacidad de generar un cambio significativo dentro de las funciones senso-perceptuales (distorsiones o alucinaciones) acompañado de un alto componente introspectivo en el individuo. Los alucinógenos o psicodélicos provenientes de la indolamina son los más conocidos, como es el caso del N, N dimetiltriptamina (DMT), psilocibina y la dietilamida de ácido lisérgico (LSD) en el cual profundizaremos más dentro del texto (Goodman & Gilman, 2009).

El LSD es el psicodélico más conocido y consumido por los usuarios de sustancias psicoactivas que buscan tener una experiencia significativamente diferente de la realidad subjetiva, esta sustancia si bien fue sintetizada en 1943 por Albert Hoffman, su investigación respecto al mecanismo de acción y sus diferentes funcionalidades aún permanecen en desarrollo constante, logrando tener mayor comprensión en la última década gracias a organizaciones como MAPS (Multidisciplinary Association for Psychedelic Studies) y universidades a nivel mundial. El LSD es obtenido por hidrolisis (reacción química que involucra la participación del agua con el objetivo de romper los enlaces de la sustancia) de alcaloides del cornezuelo, que son producidos por el hongo del cornezuelo (claviceps) y su mecanismo de acción está relacionado con acciones agonistas y agonistas parciales en los receptores serotoninérgicos 5-HT2A y 5-HT2C, además de algunos efectos sobre receptores D2 de la dopamina (Passie T, Halpern JH, Stichtenoth DO, Emrich HM, Hintzen A. 2008).

Los psicodélicos y en especial el LSD, sustancia que tuvo su “boom” en la década de los 60’ y fue “utilizada como mecanismo de evasión de los Hippiesque no querían ir a la guerra de Vietnam, era la sustancia ideal para andar desnudos, fumar marihuana y hacer el amor” (Quintero, J. 2020), a pesar de ello, sus usos (de psicodélicos) han trascendido y transversalizado la historia y los espacios del hombre, evidenciándose un uso a nivel espiritual por parte de nuestros ancestros y actualmente en diversas comunidades indígenas durante ceremonias ritualistas, o simplemente por personas que buscan tener una experiencia individual desde sus más profundas creencias. Por otro lado, su uso a nivel recreativo en diferentes espacios de fiesta con el fin de potencializar ciertas facultades perceptuales y emocionales también es uno de sus más comunes usos; En la comunidad médica y científica, actualmente, el desarrollo (para lo que fue en un principio) se ha reactivado, encontrando diferentes utilidades y efectos terapéuticos para personas con experiencias de tipo traumáticas (TEPT), trastornos del estado de ánimo (depresión y ansiedad), consumo de sustancias de tipo problemático (principalmente documentado hacia el alcohol y heroína) y pacientes con enfermedades en fase terminal con presencia de ansiedad hacia la muerte (Gasser, P., Holstein, D., Michael, Y., Doblin, R., Yazar-Klosinski, B., Passie, T., Et al. 2014). Por último, su uso regular o más programado se ha relacionado primordialmente con el trabajo y calidad de vida, en el cual, el protagonista de este texto se involucra y es las micro-dosificaciones, ganando un amplio terreno y relevancia en la comunidad psicodélica y científica, pero que no resta importancia hacia sus riesgos y dependiendo el caso, los daños asociados a esta práctica de consumo, pero ¿Esto que es?

Académicos de la investigación psicodélica como Fadiman (2011), Kuypers et al. (2019) y Liechti (2019) (de quienes se deja referencia y como lectura recomendada) definen las micro-dosis como “la ingesta de bajas a muy bajas dosis de psicodélicos (típicamente entre el 5 al 10% de la dosis estándar), en un horario rutinario (por ejemplo, cada tercer día) sin la intención de experimentar efectos notables de la sustancia”, adicionalmente, cabe aclarar que dentro de la comunidad de estudio aún no se establece en consenso cual es la medida exacta de una microdosis, sin embargo, dentro de los estudios analizados se encuentra que sus pruebas fueron realizadas con 6µg, 13µg y hasta 24-26µg (microgramos) . En coincidencia con el resurgimiento de la investigación psicodélica, las microdosis han venido ganando un terreno y atención mediática importante en los últimos años; noticias y artículos de medios populares describieron por primera vez que algunos profesionales de la tecnología en Silicon Valley utilizaban las microdosis para aumentar su productividad, mejorar aspectos cognitivos (como la concentración) y creatividad para resolver problemas diariamente. Sin embargo, cada consumo requiere una decisión y con ello una serie de razones o motivaciones por las cuales un individuo desearía realizarlo.

Dentro de la revisión literaria Lea, T., Amada, N., Jungaberle, H., Schecke, K. (2020) en su artículo “Microdosing psychedelics: Motivations, subjective effects and harm reduction” logra profundizar sobre aquellas motivaciones y razones por la cual los usuarios de sustancias realizan las microdosis, además de diferentes practicas asociadas a la reducción de daños que más adelante se abordaran. Durante el estudio, eligieron a sus participantes mayores de 16 años, que usaran psicodélicos con algún propósito y lograran comprender y escribir inglés (sin incentivo monetario). Se tomo una muestra de 2674 personas, incluyendo 1533 quienes realizaban micro-dosificaciones con psicodélicos para completar un cuestionario acerca de las prácticas y motivaciones, teniendo en cuenta que estas prácticas podían ser con LSD o psilocibina. En cuanto a sus resultados referente a las motivaciones por parte de los usuarios, encontraron que el 40% de ellos utilizaban las microdosis como un tratamiento alternativo para la salud mental, teniendo en cuenta que 2 de 5 participantes reportaban que esto les permitía o ayudaba a disminuir síntomas de depresión o ansiedad y mejorando la confianza personal y la sensación de conexión social con su entorno; esto esta presuntamente relacionado con la sustitución hacia los tratamientos de antidepresivos convencionales (ISRSS o IRSN)  en el tratamiento de cuadros clínicos de estado de ánimo. Seguido a lo anterior, el 31% de los participantes, reportaron que su uso era con el fin de conseguir un sentimiento de bienestar general o desarrollo personal como lo denomina el texto, lo anterior se puede categorizar dentro de la potencialización en la calidad de vida diaria, el cual puede tener diversos efectos deseados durante el día, sin que este esté relacionado con una tarea o propósito más específico. Por último, el 18% reporto que lo realizaban para mejorar su rendimiento cognitivo, lo cual estaría directamente relacionado con las personas que utilizan esto para desempeñarse dentro de su trabajo o resolver diferentes actividades que impliquen tareas de tipo atencional, creatividad, memoria, funciones ejecutivas, entre otros. Si bien, esto nos permite visualizar y obtener una perspectiva más holística frente al tema, concretamente estas dosis bajas ¿Qué causan en el organismo? ¿Física y psicológicamente hablando?

Efectos, Experimentación y Método

Este apartado debemos iniciarlo desde una modificación en el lenguaje, no hablaremos de efectos primarios o efectos secundarios, sino de efectos deseados y no deseados mencionando lo dicho por un gran referente en la materia: “no hay efectos primarios o secundarios en las drogas, solo hay efectos” (parafraseado).

Los resultados encontrados frente a los efectos deseados por parte de los usuarios de la investigación se presentan completos en la siguiente tabla, sin embargo, para los que prefieren la versión rápida, se pueden agrupar en los siguientes:

1.Los participantes reportaron presentar una mejoría en el estado de ánimo y sensaciones de ansiedad, que incluye: menos deprimido de lo usual, más confiado y cómodo consigo mismo, más claridad mental, menos estresado de lo usual, más paciente de lo usual, más calmado de lo usual, menos ansioso de lo usual y menos irritable de lo usual.

2.Mejora en la sensación de conexión con las personas y el ambiente, que incluye: mayor sensación de conexión con la naturaleza y otros seres vivientes, mejora en los sentidos (gusto, olfato, vista, etc.), mayor empatía, mayor sensación de conexión con las personas.

3.Mejora cognitiva y en otros rendimientos, que incluye: más energía de la usual, disfrutar más el trabajo, mejor resolución de problemas, mayor concentración, entre otros.

 

Por otro lado, en cuanto a los efectos indeseados durante los días de micro-dosificacion (donde también se anexará los datos completos en tabla), encontraron:

1.Efectos psicodélicos, que incluyen: sensación de estar “tripeado” (como una dosis estándar), euforia, alteración del sentido espacio-tiempo, pupilas dilatadas, alucinaciones o distorsiones visuales.

2.Efectos de ansiedad, que incluyen: dificultad para concentrarse, ansiedad, sensación de estar abrumado, pensamientos-memorias o emociones no deseadas, irritabilidad y paranoia

3.efectos físicos, que incluyen: problemas de sueño, sobreestimulación al final del día, dolor de cabeza, entre otros.

4.otros efectos, como: sueños vividos, sensación de dolor estomacal, ritmo cardiaco irregular, sensación de desorientación y confusión.

Otros estudios centrados en los efectos por parte de diferentes microdosis de psicodélicos, como los de Bershad, A., Schepers, S., Bremmer, M., Lee, R. & Harriet de Wit. (2019) el cual fue establecido con un diseño clínico doble-ciego que consistió en 4 sesiones con adultos jóvenes voluntarios, donde se les administro: placebo, 6.5 µg, 13 µg o 26 µg de LSD con un registro de diferentes medidas fisiológicas o estímulos de tipo emocional, con intervalos de 30 hasta 90 min después de la administración de la sustancia, se encontró en primer lugar que desde dosis de 13 µg hasta 26 µg de LSD lograban producir efectos fisiológicos y subjetivos medibles, en el que dosis de 26µg en específico generaban un ligero incremento de la presión sanguínea pero sin llegar a afectar significativamente la temperatura o el ritmo cardiaco del individuo. Adicionalmente hallaron que los participantes tenían un incremento desde 26 µg del “vigor” el cual se entendía como “vivo, activo, enérgico, alegre, alerta, lleno de energía, despreocupado y vigoroso”. Por otro lado, Hutten N., Mason N., Dolder P., Theunissen E., Liechti M., Feilding A., Ramaekers J. & Kuypers K. (2020) tenían como objetivo determinar la dosis efectiva que generara cambios en el ánimo y la cognición, donde llegaron a la conclusión que dosis de 20µg lograban mejorar de forma aguda los efectos subjetivos (estado de ánimo) y la atención. sin embargo, también resaltan que algunas personas en el rendimiento cognitivo y perceptual pueden llegar a tener efectos indeseados de tipo psicodélico, aunque sean insignificantes comparados con las dosis estándar de LSD (100µg o más).

Avanzando en esto, llegamos a un aspecto fundamental (si es que llegaron hasta este punto y no los durmió como un rivotril) ¿Cómo se micro dosifica? Y ¿cómo hacemos para medir esas dosis de las que se hablan?

Dentro del estudio de Lea, T., Et al. (2020) se evidencio que los participantes tenían como programa de dosificación más común la ingesta durante un día con dos de descanso posteriores en un ciclo repetido (31,8%), además y como primera recomendación el 72% de los usuarios se administraban la dosificación en horas de la mañana, debido a que el LSD tiene un efecto estimulante que en horas tardías podría llegar a afectar el ciclo de sueño en la persona, además de que está directamente relacionado con horas de productividad que se mantienen en predominancia durante el día. Por otro lado, se encontró que los participantes que se micro dosificaban con psilocibina(29,6%) lo realizaban cortando los hongos secos en trozos muy pequeños, un 22% molían los hongos y las almacenaban en capsulas para posteriormente ingerirlas; un 20,9% simplemente las molían y una minoría (5,2%), reporto precalentar la sustancia o ya con una previa encapsulación (3,8%). Relacionado con lo anterior y con mayor relevancia, se encontró que en más de la mitad de los participantes (59,6%) MIDIERONsus microdosis con balanzas electrónicas, mientras que el resto lo realizaron con una balanza de cocina, tazas o cucharas medidoras o simplemente “a ojo”, por lo que, si se toma la decisión de realizar esto, se recomienda siempre buscar los métodos de medición más exactos con el fin de evitar dosis no deseadas y de riesgos para la persona. En cuanto al LSD, los participantes en promedio dosificaron con una cantidad de 13µg, donde la mitad de los participantes utilizo dosis volumétricas para preparar la microdosis (49,8%), es decir, diluyendo una pestaña del secante (papel o cartón) en líquido para extraer el LSD, 36,4% corto cada pestaña en pedazos, 8,3% utilizo LSD liquido (que diluyeron o ya venía diluido), y el 5.5% lo realizo con otros métodos. En cuanto a las pestañas se presume que esta cantidad puede equivaler entre 1/16 o 1/8 del papel o cartón, lo cual va a depender la intensidad y duración que la persona busque, teniendo en cuenta que, a mayor dosis, mayor probabilidad de otros efectos indeseados. Adicionalmente, entre los participantes que dosificaron volumétricamente, el 45.2% diluyo el LSD en alcohol (lo cual es lo menos recomendable), el 33,3% en agua destilada o desmineralizada, el 11,9% en agua corriente o de manantial y el 9,5% en algún otro líquido. Por último, en cuanto a las cantidades de líquido para la solución, el 33% diluyo cada pestaña en dosis estándar de 5-10 ml de líquido, 28% en 15-50ml y 39,2% en más de 50 ml. Como nota adicional, un 38% esperaron hasta 24H para que se extrajera el LSD en el líquido antes de tomarlo y la mayoría 46,8% midieron cada dosis con una jeringa oral (más precisa), el resto lo realizaron con un gotero (30,2%), taza o cuchara medidora (9,5%) y a la vista (5,6%), la cual es la menos recomendable.

Cabe resaltar que la micro dosificación la establece el propio usuario dependiendo la funcionalidad o propósito que busque, lo cual determina los indicadores de uso (frecuencia, cantidad, latencia, etc.) y las practicas durante el día que tendrá asociado, sin embargo, también se debe tener en cuenta que la mayoría de usuarios que inician con las micro dosificaciones tienden a tener que calcular y ajustar en repetidas ocasiones estos aspectos, debido a que, en primer lugar, todos los organismos tienen una receptividad hacia las sustancias de manera diferente, dos, la calidad de la sustancia puede ser variable aunque provenga de la misma fuente (el mercado negro es variable), los efectos de tolerancia o habituación pueden aparecer dependiendo los indicadores mencionados, los contextos o situaciones pueden cambiar y un sin numero de variables que son de carácter particular para cada persona que deben evaluar antes de realizarlo.

Reducción de daños y cierre

Al observar de nuevo lo mencionado frente a los resultados de los efectos deseados e indeseados por parte de los estudios analizados, se establece la necesidad de advertir a los usuarios que si bien estos efectos pueden ser leves, la condición orgánica, contexto, estado psicológico y momento de la vida en la que se encuentre, también pueden llevar a que dichos efectos se amplifiquen sea para mejorar la calidad de vida o también como es una realidad, para posibles crisis u otras consecuencias menos agradables para cada persona, por eso este tipo de practica con LSD y psicodélicos (aunque sea en dosis bajas), también requieren de una toma de decisiones adulta y con una serie de recomendaciones o aspectos que permitan disminuir el riesgo y daño por parte de la sustancia y su micro dosificación.

Como principales recomendaciones y siempre en coherencia con la evidencia quise agrupar las recomendaciones (además de las anteriores frente a la medida y forma de micro dosificación) de forma más sintetizada (también se anexa tabla de estudio) en las siguientes:

  1. Evitar micro dosificar si no se siente plenamente bien a nivel físico
  2. Evitar las mezclas con sustancias, principalmente con alcohol y cafeína
  3. Evitar micro dosificar si está bajo algún tratamiento médico de cualquier tipo
  4. Evitar micro dosificar en espacios nuevos o que no son familiares
  5. Evitar manejar
  6. Si va a micro dosificar que sea en horas de la mañana
  7. Si va a micro dosificar analizar la sustancia previamente
  8. Si va a micro dosificar mantener los horarios programados en tiempo y espacios
  9. Si va a micro dosificar mantener las dosis más bajas posibles
  10. Si presenta algún efecto indeseable de forma intensa o persistente suspender las micro dosificaciones y acudir al medico

En conclusión, el mundo de los psicodélicos y su relación con cada contexto nuestro cada vez se expande más, por eso la responsabilidad y las decisiones adultas de gestión del riesgo siempre deben ir de la mano con evidencia sólida y científica. Los mejores deseos y que este texto les sea de gran utilidad y gusto.

Referencias y lecturas recomendadas

  • Lea, T., Amada, N., Jungaberle, H., Schecke, K. (2020) Microdosing psychedelics: Motivations, subjective effects, and harm reduction. Alemania. International Journal of Drug Policy. 75.

https://doi.org/10.1016/j.drugpo.2019.11.008

  • Liechti, M. E. (2019) Psychedelics: What are Low doses and “microdoses”?Commentary on Kuypers et al. Journal of psychopharmacology, 33, 1052-1053
  • Fadiman, J. (2011) the psychedelic explorer´s guide Safe, therapeutic, and sacred journeys. Rochester, VT: Park Strees Press
  • Kuypers, K. P., Ng, L., Erritzoe, D., Knudsen, G., Nichols, C., Nichols, D. E. (2019) Microdosing psychedelics: More question than answers? An overview and suggestion for future research. Journal of Psychopharmacology, 33, 1039-1057.
  • Passie T, Halpern JH, Stichtenoth DO, Emrich HM, Hintzen A (2008): The pharmacology of lysergic acid diethylamide: A review. CNS Neurosci Ther 14:295–314.
  • Quintero, Julian. (2020) Échele Cabeza: Una mirada al consumo de sustancias y a cómo se drogan los colombianos. Colombia. Editorial: Ariel.
  • Gasser, P., Holstein, D., Michael, Y., Doblin, R., Yazar-Klosinski, B., Passie, T., Et al. (2014) Safety and efficacy of lysergic acid diethylamide-assisted psychotherapy for anxiety associated with life-threatening diseases. Journal of nNervous and Mental Disease, 202, 513-520.
  • Goodman & Gilman (2009) Manual de farmacología y terapéutica. McGraw-Hill.

ISBN 13: 978-0-07-144343-2

  • Bershad, A., Schepers, S., Bremmer, M., Lee, R. & Harriet de Wit. (2019) Acute Subjective and Behavioral Effects of Microdoses of Lysergic Acid Diethylamide in Healthy Human Volunteers. Society of Biological Psychiatry. 86:792–800.

ISSN: 0006-3223

https://doi.org/10.1016/j.biopsych.2019.05.019

  • Hutten N., Mason N., Dolder P., Theunissen E., Liechti M., Feilding A., Ramaekers J. & Kuypers K. (2020)Cognitive and subjective effects of different low ‘micro’ doses of LSD in a placebo-controlled study. European Neuropsychopharmacology. Vol 31. P-P S63-S64

https://doi.org/10.1016/j.euroneuro.2019.12.086

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